6 de febrero de 2015

David el grande

  • 6 de febrero de 2015
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  • La figura de aquel ser era muy semejante al de las esculturas griegas; los bíceps y pantorrillas estaban en su punto y la preparación de tantos años estaba dando sus frutos; es una mezcla de caballero y atleta, un erudito del marketing, la etiqueta y el glamour; sus ojos azules recordaban aquel cielo soñado y su seguridad al hablar representaba muy bien a la belleza masculina. Ese porte, esa estatura, esa elegancia.

    El frac le queda impecable, la tanga y el sombrero vaquero lo hace irresistible a las féminas; Hablaba inglés y francés fluidamente, balbuceaba algo de alemán y eso fue un as bajo la manga a la hora de la decisión de aquel implacable jurado.
    Se llama David como el de Miguel Ángel; pero este tenía vida y es la alegría de todo un país porque acababa de ser coronado como el nuevo Señor Universo.

    El país no cabía en dicha; los muchachos sentían orgullo por su paisano, tenían como dicho que no había hombres más fuertes y mejor parecidos que los de su república. Eso era una virtud que nadie debía desconocer y representaba el símbolo de la felicidad de su patria a pesar de los problemas.

    Los niños de la región confesaban a sus padres que querían ser como David, no encontraban dentro del universo profesional algo mejor para sus vidas que ser el enorme modelo que les mostraban los medios. 

    La infancia de aquel lugar decidió dejar de lado muchas aspiraciones que trataban de inculcar sus maestros porque los resultados eran evidentes, los titulares decían: David y su nuevo súper auto, David con su nueva novia la modelo Emily, David en su mansión, David recorriendo el mundo, etc.

    ¿Las matemáticas para qué? ¿La historia para qué? Se preguntaban los niños entre si y decían que si sólo se parecieran a David, podrían conseguir todo lo soñado; así poco a poco fue surgiendo una generación consumidora de aminoácidos, esteroides, moda, marca etc. con cuerpos esculpidos pero ignorando la felicidad que se encuentra en las cosas sencillas.

    Algunos niños obesos sentían ahora el matoneo mucho más fuerte y las niñas ahora conocían claramente cuál era su hombre ideal.

    Como política de Estado hubo todo el apoyo para los nuevos seguidores del camino emprendido por David, algo de ayuda para los interesados en las ciencias exactas y ninguno para quienes querían que se les reconociera por su talento artístico. 

    David el gran erudito no sé si desconocía la dura realidad regional, pero lo que si se es que era un ejemplo de tenacidad, de disciplina, de fuerza de voluntad y por eso llegué a admirarlo también como mis paisanos.

    Lo que si sabía era como debía sonreír, cuando usar cada palabra, la biografía de Andy Warhol, conocía en que iba la vida de cada actor de Hollywood y de los diseñadores europeos, ah y cuál era el perfil que más le favorecía.

    Las noticas empezaron a volar de pueblo en pueblo, David era la nueva comidilla para los medios y cada cosa que hacía se regaba como pólvora por todos los rincones; desde Bogotá hasta Vallives y desde la Costa Atlántica a la Costa Pacífica; que David visitó tal Estado, que estuvo en tal coctel, que asistió a una gala, que levantó más de 400 kilos, que se saludó muy coquetamente con la famosa actriz y que a David le gustan los frijoles con garra y arepa, etc.

    Fue una excelente oportunidad para algunos mercachifles vendían: pantalonetas, camisetas, tenis, gorras, productos para aumentar y tonificar los músculos, la loción de David, el cuaderno de David etc.
    Lo curioso es que muchas veces hablé con jóvenes que tenían la colección completa y aun así no eran felices.

    El país seguía en crisis pero el foco era David, los niños morían de hambre pero el bíceps de David era perfecto, los problemas de salud y educación en la región pedían a gritos un medio que los escuchara y replicara sus necesidades hasta oídos que pudieran transformar la realidad pero el aparato comunicativo hacía el mayor esfuerzo posible para viajar a lugares recónditos con los mejores equipos para escuchar las acertadas declaraciones de David el Grande.

    Algunos detractores del fenómeno social llamado David decían que era Pan y Circo para el pueblo pero la gran masa se abalanzaba y en especial algunos hombres catalogaban como feministas a las mujeres que criticaban a David y su influencia; otros los llamaban amargados y apabullados debían callar.

    No lo culpo; David es una gran persona, solo juega el juego que le ofreció la vida y quien falla es el cuarto poder porque muchas veces se usaba como cortina algún titular del nuevo Señor universo mientras se debatía una ley trascendental en el congreso o algún pillo se salía con la suya. 

    Y así pasó el reinado del Gran David, con la atención que pueden ofrecer los medios diseñados para convencernos y no para servirnos haciendo que la sociedad con su inercia continuara.
    Álvaro W. Pineda Tabares.
    Todos los derechos reservados
    |WebMaster - Alirio Acevedo Sánchez|
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