16 de julio de 2009
A la espera de las buenas nuevas
Veo con gran tristeza y dolor inconsolable todo lo que escriben y dicen los medios, de un hombre de talento humano intachable, de valores tan grandes, e inmensa humildad, este hombre quien es mi Abuelo; que su vida la ha dedicado a salvar vidas y al servicio a la comunidad, en la que una inmoralidad como la que se le atribuye es inconcebible, Evelio Loaiza Muñoz es una persona llena de valores, muy culto, que siempre te deja una enseñanza para tu vida, que siempre te da fuerzas para seguir, que ha estado pendiente de su familia, un hombre rodeado de amigos, buenos amigos, en donde estos lazos que crea son tan fuertes como para creer que puede llegar a ser quien dice que es.
Soy testigo de cuando he viajado a la ciudad de Cali, ala Ciudadela Comfandi , cuando mi abuelo salía a las 6 de la mañana para su consultorio en el seguro social y volvía al medio día a compartir el almuerzo con nosotros, el momento de la llegada de mi abuelo era anunciado por una marcha triunfal de Nieves, quien desde la esquina lo sentía y sale en carrera a su encuentro, a eso de la 1:30 el volvía a su lugar de trabajo en donde estuve con el y volvía a eso de las 7pm .
Puedo dar fe de que no hay forma de dudar de su comportamiento, en donde no se le ve algo que ocultar, en donde todo es sinceridad, el nunca recibe una llamada extraña, ni se ausenta de su casa así repentinamente, como para dudar de lo que hace. Siempre esta con sus seres queridos
Nosotros lo ayudamos para que hiciera su petición de la pensión ante el seguro, ayudándole a recoger las constancias de los lugares donde trabajo, hice recuentos con el una y otra vez de su vida laboral confirmando las tan anheladas 1150 semanas para su pensión.
Como vivo en Medellín, cada noche esperaba la llamada en mi celular que nunca faltaba en la que el me contaba sus días y como estaba la vida calurosa y alegre del Valle, y en la que escuchaba mis historias de la universidad y de mi familia en Medellín,
es por todo esto que lo quiero con todo mi corazón y en donde no cabe duda que es una persona honrada y buena,
y que no descansare hasta que se haga justicia y se pueda probar su inocencia
estoy a la espera de las buenas nuevas
Soy testigo de cuando he viajado a la ciudad de Cali, a
Puedo dar fe de que no hay forma de dudar de su comportamiento, en donde no se le ve algo que ocultar, en donde todo es sinceridad, el nunca recibe una llamada extraña, ni se ausenta de su casa así repentinamente, como para dudar de lo que hace. Siempre esta con sus seres queridos
Nosotros lo ayudamos para que hiciera su petición de la pensión ante el seguro, ayudándole a recoger las constancias de los lugares donde trabajo, hice recuentos con el una y otra vez de su vida laboral confirmando las tan anheladas 1150 semanas para su pensión.
Como vivo en Medellín, cada noche esperaba la llamada en mi celular que nunca faltaba en la que el me contaba sus días y como estaba la vida calurosa y alegre del Valle, y en la que escuchaba mis historias de la universidad y de mi familia en Medellín,
es por todo esto que lo quiero con todo mi corazón y en donde no cabe duda que es una persona honrada y buena,
y que no descansare hasta que se haga justicia y se pueda probar su inocencia
estoy a la espera de las buenas nuevas
Daniel Camilo López Loaiza