26 de diciembre de 2011
Álvaro Rodríguez ¿Cómo celebra la Navidad...?
Una estrella del cine colombiano
—Un amigo me pidió que lo acompañara a comprar un televisor, y era tanta la gente que no pudimos salir de allá. Entonces el dueño del local sacó una botella de whiskey y nos pusimos a chupar. Salimos trasteados, a las cinco de la mañana.
Hace tres años a Álvaro Rodríguez la Nochebuena lo sorprendió en San Andresito.

Así pasa él la Navidad y así se le han ido pasando una a una, desde que hace 35 años llegara de Sevilla, Valle, con la ilusión de convertirse en antropólogo de la Universidad Nacional. Entonces estaban aún frescas en su memoria las escenas de Navidad vividas durante su infancia: su padre y su madre trabajando, noche y día, para lograr mantenerlo a él y a sus 12 hermanos.
—Rece, mijo, rece para que el Niño Dios le traiga regalos —cuenta—. Y yo rezaba y rezaba, y el día de Navidad no me llegaba sino un par de medias. Veía entonces al vecino que salía de la casa con un triciclo y sólo podía preguntarme, ¿será que es que Dios lo quiere más a él que a mí?
Quizá por eso, reflexiona, le molesta que sea el dinero el que mande la parada en Navidad. —¿Sabe que los suicidios se incrementan en esta época? ¿Qué los parientes se pelean por mostrar quién tiene más plata?
Quizá por eso, reconoce, él prefiere una Navidad sin regalos. Y en cambio, una Navidad de amigos y parranda, donde sea la comida la que se cocina generosamente y que circula por las calles de su natal Sevilla o su barrio del alma: La Candelaria, donde siempre habrá un amigo poeta o músico con quién comenzar la fiesta, o en Piamonte, en la localidad de Bosa, donde esta noche Álvaro se tomará los andenes y las calles del barrio de su compañera. Al lado estarán los vecinos. La música sacudirá la cuadra. Así le gusta él. Su Niño Dios, asegura, es la gente.