Colombia suda sangre

“En el mundo todo suda sangre: el muro, los periódicos, el rostro de los hombres”. (Baudelaire).

La violencia es tan antigua como el hombre, en todos los tiempos y en todas las civilizaciones se ha derramado sangre. La violencia que se vive en el entorno colombiano no es nueva, esto nos viene desde el descuartizamiento de América, la época de la independencia, las guerras civiles; la violencia bipartidista, sucesos que dejaron como inventario un país ensangrentado y lleno de huérfanos y viudas.

Los episodios de violencia que se viven diariamente, servirían para escribir miles de libretos de terror y ejemplo de ello es el caso del descuartizado de las maletas en el bus de Expreso Bolivariano, remesa humana que despacharon hace varios años de Bogotá a Cali, también los crímenes del Posseto, el collar bomba que se puso en el cuello a una indefensa colombiana; el atentado al avión de Avianca donde murieron más de cien personas, la exhumación de un cadáver para perforarlo a tiros con pistola nueve milímetros, el quemar vivas a las personas…..

Hace varios años se escuchan ráfagas de fusil a lo largo del país, las pistolas se accionan todos los días en las comunas de las principales ciudades, cilindros bombas estallan en el departamento del Cauca; paros armados se decretan por los lados del Chocó.

Minas quiebrapatas mutilan niños, comandos de policía son borrados del mapa; helicópteros y aviones sobrevuelan el territorio patrio, la artillería pesada se toma poblaciones por algunos días como si en este país se estuviera jugando al gato y al ratón, mientras el pueblo temeroso entierra a sus muertos.

Muchos ensayos se han hecho para alcanzar la paz pero todos se han frustrado, porque surgen en el escenario nuevos actores en el conflicto, personaje que el periodismo ha dado en llamar “Rastrojos” , “Machos”, “Urabeños”, gente del Loco Barrera, grupos de don Berna. Yo no sé de dónde surge tanto odio, por qué se desprecia tanto la vida, cuál es la causa para lastimar a otros; dónde quedaron los valores, el respeto, el humanismo?

Mi apreciación es que todo el mundo se ha corrompido por el dinero, el deseo de poseer nos está llevando a la locura y como el Estado se queda corto en el cumplimiento de los derechos, la gente recurre al sicariato, al secuestro, la extorsión, al tráfico de drogas y lo que haya que hacer para cumplir con sus necesidades insatisfechas.

Mientras en Colombia no se ejercite una verdadera justicia social, muchos seguirán delinquiendo; mientras exista el abismo entre ricos y pobres la violencia seguirá su curso, nada la detendrá y sangre sudará Colombia por todos los cuatro puntos cardinales de la geografía nacional.

Sevilla (Valle), Colombia 13 de Marzo de 2012.

Autor: Javier Marulanda: marulo1948@hotmail.com

Ilustración: rafaelduquenaranjo@yahoo.es