25 de agosto de 2009

Luces para el Camino

  • 25 de agosto de 2009
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  • ¿Qué hay que hacer, para poner a girar el Planeta Tierra hacia el otro lado?


    La convención del norte hacia arriba de la mayoría de los mapas modernos y mapamundis, nace con Claudio Ptolomeo*1 (año 100 d.c. – año 170 d.C.) y adoptado ampliamente por la mayoría de los cartógrafos. Pero para la mayoría de las civilizaciones antiguas el “Sur” se consideraba ubicado “Arriba”. Egipcios y chinos principalmente, lo han considerado y representado así. La convención de situar el norte arriba, refleja una visión Eurocentrista del mundo.
    Los mapas con el “Sur” arriba se llaman “mapas invertidos”, y son un buen ejercicio para darnos cuenta de que nuestra visión del mundo es tan relativa como su contraria. Ninguna de las dos es correcta y a la vez, las dos lo son. Solo basta ver la famosa foto de la Tierra desde el Apollo 17 (Blue Marble) originalmente tenía el Polo Sur arriba, como en esta vista, con la isla de Madagascar visible justo a la izquierda del centro, y el continente africano a su derecha, con la lógica del mundo creada desde el norte, la imagen fue invertida para adaptarla a la vista tradicional.
    En 2007 el Instituto Geográfico Militar de Chile publicó un mapamundi con el sur hacia arriba, ubicando a Chile sobre los meridianos centrales de la proyección cartográfica, pretendiendo dar psicológicamente un mayor protagonismo al país dentro de las vías de comercio mundial, que tradicionalmente aparece en el fondo del mapa. Este mapamundi invertido es usado como instrumento de enseñanza del pensamiento crítico.
    La mirada rápida sobre lo obvio, lo cotidiano y lo convencional, no nos permiten ver las interconexiones de las diferentes dimensiones de la realidad. La percepción de un símbolo moviliza todo nuestro ser; a la inteligencia, bajo su doble forma (Intelectual e Intuitiva); a la memoria; a la imaginación; a la afectividad. Afecta al consciente y al inconsciente.
    De manera sencilla pero contundente, los símbolos de poder como: la corona y el cetro; la silla grande; Los hombre de hierro de cuatro patas; el púlpito del Cura; el escritorio del profesor, el águila; las ciudades, las iglesias, los rascacielos; las armas, el norte, la cruz, las joyas, desde su majestuosidad, su grandeza, su altura, su brillo encandilador y su ubicación estratégica, hace que se sienta miedo, dependencia, la subestimación por lo propio y se termine por aceptar la subyugación y la esclavitud.
    En la guerra quienes se ubican de manera estratégica o ganan las partes altas, están asegurando su triunfo y con él, el poder. El 22 de Junio de 1941 Alemania invadió Rusia, los tiradores del eje dejaron de estar solos en el campo de batalla: dando lugar al mayor enfrentamiento de francotiradores de la historia. Miles de campesinos habían sido llamados a filas por el Ejército Rojo para echar al invasor de la madre patria, campesinos que se ganaban la vida cazando en las frías montañas asiáticas, ahora cazarían alemanes. Los tiradores escogían posiciones estratégicas, aunque tremendamente obvias, como podían ser campanarios, depósitos elevados de agua, cruces de carreteras o puentes.
    Volviendo al mapamundi convencional con el polo norte arriba, el movimiento o sentido de rotación cuando ubicamos la mirada de frente al eje ecuatorial, es hacia el este (hacia la derecha) y cuando ubicamos nuestra mirada de frente al polo norte, en torno al eje N-S la tierra gira en sentido antihorario (contra el movimiento de las manecillas del reloj). Si podemos dimensionar lo que encierra esta mirada del mundo y las consecuencias que estamos padeciendo por ello, tenemos la responsabilidad de buscar la manera de descifrarla y traducirla en lenguajes simples pero irrebatibles.
    El hecho de que el pensamiento y el deseo de quienes tienen el poder para tomar las decisiones sobre los destinos de la humanidad, tiendan hoy día y con más fuerza hacia la derecha y que en su búsqueda de perpetuidad hayan hecho creer a una masiva población del planeta que el bienestar está en el poseer, en el desarrollo tecnológico de las cosas y en el ser y el andar en lo moderno (estar in). Esta deseabilidad colectiva e impulsada desde el modelo de desarrollo desde la derecha, ha provocado que se inicie el conteo regresivo para la continuidad de la especie humana sobre el planeta.
    Según Horia-Román Patapievici*2, en su libro “El Hombre reciente” “Una visión crítica de la modernidad”, plantea que: “la tesis central, a la que se adscriben casi todas las posiciones que podemos llamar de derecha, es la contemplación de la modernidad como un intento excesivo de diluir la tradición y de sustituirla por un fluir rápido e insustancial de ideas, posiciones, bienes, etc.” Podría pensarse entonces que el autor no estaría viendo con malos ojos la modernidad sino sólo rechazando sus exageraciones. Pero, para Patapievici, modernidad y exceso vienen a ser equivalentes. Los tiempos posmodernos han puesto en marcha una revolución permanente cuyo objetivo es que nuestras instituciones sociales y costumbres morales se transformen en volátiles, contingentes, intercambiables; son una carrera absurda en pos de la novedad que nos lleva directamente a la nada.
    Propuestas para construir: Solo daré pequeñas pinceladas para ilustrar las propuestas, y ya dependerá de cada quien para alimentarlas o para construir unas nuevas.
    Es posible que para muchas personas sea muy difícil iniciarse en el camino, y seguramente más difícil mantenerse en él. La invitación que estoy haciendo no es sencilla, es en realidad poner a girar el planeta tierra en la otra dirección. Es un reto que cada persona tendrá que asumir teniendo en la cuenta que hace parte de un colectivo, pero será determinante su actitud y posición frente al proceso.
    Cambiar las políticas de mercado: Debemos revisar fríamente y sin vanidades nuestros requerimientos biológicos, afectivos y sociales básicos. El mercado lo debemos ajustar a nuestras realidades y necesidades desde una mirada crítica, para evitar la manipulación y la frustración que el mercado nos quiere hacer sentir de manera permanente por el hecho de no poseer tal o cual cosa.
    Lo primero que en nuestro pueblo podríamos hacer, y que pudiera parecer sencillo así no lo sea por el tiempo que ello requiere y el nivel de conciencia, es volver a comprar en las revuelterías, graneros, tiendas de la cuadra, pequeños almacenes y no en los monopólicos almacenes de cadena o de grandes intermediarios, que son los directamente responsables junto con las políticas de mercado y garantizadas por el gobierno, de generar el empobrecimiento y el desempleo.
    El que hoy día se esté persiguiendo sin tregua a quienes el mercado llama vendedores de la piratería, no es gratuito. Un gobierno que está comprometido solo con la inversión extranjera y con los grandes monopolios nacionales, que está saliendo a perseguir, decomisar y hasta golpear a quienes la piratería les da la oportunidad de llevar un bocado de comida a casa, que legitimidad podrá tener. Si contáramos con un gobierno comprometido con la generación de empleos dignos y permanentes, una lo pensaría primero antes de comprar un producto pirata, pero mientras eso sucede, apoyemos el ingenio para sobrevivir en este país.
    Se requiere de manera urgente que la calidad de lo natural y de los productos ecológicos, primen sobre el imaginario de los consumidores del mercado de la uniformidad y del tamaño. No podemos estar impulsando “sencillas técnicas agrícolas” para aumentar la producción, la homogenización y el tamaño de los tradicionales productos agropecuarios con el único fin y de manera sistemática, de sacar del mercado a miles de familias productoras campesinas que defienden su saber ancestral productivo y que son quienes han construido y manejado el verdadero concepto de la agroecología.
    Es triste ver como con subsidios como el de familias en acción, mujeres en acción o familias guarda bosques, se quiere ocultar el verdadero problema del mercado laboral urbano y rural, asumiendo para ello, nuevas deudas con la banca multilateral, que luego nos tocará pagar a tod@s. Mientras que a los grandes inversionistas nacionales o transnacionales independientemente del como hayan construido esos capitales, se les condonan los impuestos con los que este gobierno pudiera generar miles de empleos anuales, mejorar la educación pública, tener mejores puestos de salud, entre otros.
    Un gobierno que impulsa Megaproyectos con el fin solapado de poner en pocas manos todas las ganancias de los diferentes renglones productivos de la economía nacional. Un ejemplo es el transporte masivo en las grandes ciudades. Antes eran miles de familias las que de manera directa o indirecta se beneficiaban del transporte urbano, pero ahora se les está entregando el negocio a un puñado de familias. No es que esté en contra de “mejorar” las condiciones de transporte de quienes aún viajamos en buses urbanos, sino, de que antes de generar estas mega obras, les solucionemos primero el empleo a quienes sacamos de ese. No podemos seguir permitiendo que a nombre del “desarrollo”, se estén destruyendo los empleos.
    ¿Qué propuestas tienen ustedes?
    Que hacer para que las palabras y los términos como desarrollo, sustentabilidad, agroecología, entre otras, no sigan perdiendo su esencia en manos del modelo de desarrollo actual. Es hora hacer las discusiones en cada rincón del mundo, para dar contexto a las realidades.
    Es necesario poner a girar al planeta tierra hacia el otro lado. Que sus giros nos aproximen a la ética; al reconocimiento y al respeto por las diferencias; a no temer a las equivocaciones; a compartir lo que tenemos y lo que somos, a volver a soñar con levedad, a valorar las pequeñas cosas, a saber que no todo está hecho y a saber que la suma de las partes, no necesariamente es el todo.
    Necesitamos entonces, propuestas razonables, perturbadoras, serias, trascendentales, originales e innovadoras. Tenemos la urgencia de romper con lo convencional que solo favorece a unos pocos con el esfuerzo de todos. Debemos garantizar que las posiciones estratégicas que tomemos, nos garantice una buena defensa de la autonomía y la soberanía que como pueblo necesitamos y merecemos.
    Que la expulsión de los invasores del pueblo, llámense: multinacionales, transnacionales, politiqueros, bases extranjeras, embaucadores, prestamistas, sapos, tramposos, nuevos ricos, ONG´s intermediarias de oscuros intereses, pastores, nos permita contar con mejores luces para el camino.
    *1) Astrónomo, matemático y geógrafo egipcio del siglo II de la era cristiana.
    *2) Escritor y Filósofo Rumano, realizador de programas televisivos y director del Instituto Cultural Rumano (el equivalente a nuestro Instituto Cervantes).
    Primera parte.
    Josefa Blanco
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    |WebMaster - Alirio Acevedo Sánchez|
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