20 de enero de 2010
Queridos compatriotas Sevillanos
Hace algunos años atrás, -para ser más específico, siete años, en uno de mis tantos viajes a mi querido pueblo de Sevilla, observe en una de las ARAUCARIAS en el parque Uribe, una placa adherida a uno de los árboles con un hermosísimo poema: “La plegaria del árbol”.
Dicha placa desapareció como también la ARAUCARIA. Hoy por hoy quiero compartir con ustedes dicho poema para deleite de jóvenes y adultos, y ejemplo para nuevas generaciones:

“Tu que pasas y levantas contra mí tus brazos,
Antes de hacerme daño, mírame bien:
Soy la sombra que te protege contra el sol;
mis frutos sacian tu hambre y calman tu sed.
Yo soy la vida que soporta el techo de tu casa,
Las tablas de tu mesa,
La cama en que descansas.
Soy el mango de tus herramientas,
La puerta de tu casa.
Cuando naces, tengo madera para tu cuna;
cuando mueres, en forma de ataúd te acompaño
al seno de la tierra.
Soy pan de bondad y flor de belleza.
Si me amas como merezco,
Defiéndeme contra el insensato”.
Desde Sydney-Australia, con amor:
Fernando Noreña Jiménez