8 de marzo de 2014
La fórmula secreta para deleitar un pueblo
"Un invento que le ha dado fama a su creador y a su municipio"
Comer kumis en “Solo Kumis” ha sido una manera de reunir familias, y de
deleitarse con un producto novedoso y delicioso, en Sevilla Valle.
Hijo de antioqueños, el sevillano Overman Salazar Montoya, de 71 años,
tez blanca, ojos verdes y cabello blanco, ha dedicado su vida a vender leche
desde hace sesenta años, pero desde hace diez, vende el famoso kumis de comer,
un producto que se ha consolidado como delicioso y característico en el
municipio.
Con un carácter tranquilo y servicial, Overman atiende todos los días
desde la siete de la mañana hasta las siete de la noche a sus clientes
sevillanos y a otros provenientes de muchos lugares de Colombia como Tuluá,
Cali, Palmira, Bogotá, y Medellín, entre otros.
Su receta es famosa, pero reservada, le ha traído éxitos a su vida, le
han hecho varias propuestas para que trabaje en otros municipios, pero él dice
que a sus “setenta y pico” de años es bobada irse. Es celoso con su receta
tanto así que ni siquiera quiso vendérsela a Alpina, una vez que se lo
propusieron mientras la patentaban en Bogotá.
Su esposa ya está acostumbrada a su horario, ya sabe que él llega a las
“7 pasadas o a las 8 de la noche”, la jornada de su trabajo es muy extensa, ya
casi no comparte con sus cuatro hijos, pues ya todos están grandes, y hasta
hijos tienen.
Su mirada cansada refleja positivismo y el trabajo que ha ejercido con
tanto ahínco durante varios años, siempre ha sido del pueblo, pero le encanta
el campo y es común verlo por las calles sevillanas en su Suzuki LJ 80 azul
cargando las tinas de leche.
Su experiencia de trabajar con la leche lo llevo a descubrir y/o a
inventar la receta, y a crear el establecimiento comercial “Solo Kumis” donde
el producto protagonista es innovador. El establecimiento actualmente está
ubicado en la carrera 52 # 50-54, donde también vende queso y leche, el negocio
ha cambiado más o menos 5 veces de lugar. “La gente se extraña cuando escucha
la frase “kumis de comer” porque es algo que no existía, es algo que yo creé”.
Afirma don Overman. El solo hace todo, nadie le ayuda.
Es amable y respetuoso con la clientela, a veces conversador, pasa de mesa
a mesa con varios vasos de “kumis de comer”, acompañados por las galletas
denominadas “cucas”, atiendo a más gente y poniendo los pedidos en la mesa y
cuando el producto predilecto se acaba, como buen negociante no le queda mas
remedio que ofrecer otros productos como aguapanela con queso o kumis de tomar.
En época de verano el negocio se llena y don Overman de mesa en mesa muy amable
atiende a las personas: buenas tardes, ¿cómo esta?, ¿qué se le ofrece?
En tiempos de verano es cuando le va mejor, en fiestas es cuando
mantiene casi solo, dice frunciendo la boca y encogiendo los hombros, porque la
gente se entretiene tomando, comiendo y bailando en el parque.
El kumis de comer lo presenta en un vaso desechable, decorado con queso
por encima, mermelada de mora y galleta, y si el cliente lo prefiere también lo
puede acompañar con una cuca, que es otro tipo de galleta.
Está acompañado siempre por uno de sus grandes amores: la música. En una
de las vitrinas pone una cantidad de los discos, de rancheras de Pedro Infante,
boleros de Los Panchos y tangos. Mira con malos ojos la música moderna, para
él, el “recatón”, como le dice a este “género de música moderna” denominado reggaetón,
no es buena música, habla de cosas horribles, degrada a la mujer y se refiere a
ella sólo para hacerle propuestas de “vamos a la cama” y cosas así, es así como
lo expresa él. Para él, la música vieja dice todo lo que un hombre sentía por
una mujer, y ella al escuchar las melodías que uno les dedicaba, se sentían
halagadas. Don Overman, se impresiona mucho con esas vulgaridades de ahora,
como fue el caso de un baile que hicieron en un colegio, que fue una noticia
que mostraron en televisión.
No tiene pasatiempos diferentes a escuchar música y a ver televisión,
pues su trabajo le impide hacer otra actividad. Le gusta mucho el futbol y más
ahora, en tiempo del mundial.
De su infancia y su juventud no tiene ningún recuerdo extraordinario o
que haya marcado su vida. Solo recuerda mientras se ríe y se ve en sus ojos un
tinte de picardía que fue mujeriego y tomador, tiene buen sentido del humor, y
cuando le van a tomar una foto dice riéndose: ¡señorita, pero cuidado se le
daña la cámara!
Él le ha enseñado a sus hijos a ser honrados y trabajadores. Cree en
Dios y se encomienda a él para que le ayude a resolver problemas cuando los
tiene.
Además dice que cree que el negocio está bien consolidado en el
municipio, y como invitación final, también para los que puedan leer este
documento, dice que el que vaya a Sevilla, tiene que pasar por Solo Kumis, el
muy amablemente los atenderá; Mónica Aránzazu lo confirma, dice que además de
que el kumis tiene un excelente sabor, la atención también es muy buena.
Perfil de Semblanza
Fuente: Overman Salazar Montoya
Fuente secundaria: Mónica Aránzazu (cliente)
Por: Kiale Alejandra Gutiérrez Guzmán
Tomado del portal: SERENATA
PERIODÍSTICA A UN LUGAR ENCANTADO… “Este
blog nace como deseo de hacer un homenaje periodístico a un lugar encantado:
Sevilla Valle, mi pueblo natal, donde la cultura reina en variados tipos de
manifestaciones” Kiale Gutiérrez Guzmán