Cartas de Evelio Loaiza

Cali, 1 de agosto de 2009

“Yo te nombro libertad” Paul Eluard

Recordado amigo, compañero de sueños e ilusiones, de utopías Alirio Acevedo Sánchez. Un abrazo desde la injusticia de estas rejas, que quieren aprisionar el pensamiento. Soy inocente como lo saben: mi familia, mis amigos, mis compañeros y compañeras de trabajo y todos los que ahora me han brindado solidaridad. Igualmente tú con todo lo que has hecho desde el periódico El Ciudadano y con esa bella carta que me enviaste.

Desde acá van mis agradecimientos para todos, con aire de tango, con recuerdos de Casablanca, con el afecto de los que allí compartíamos, Festival Bandola, Sevijazz, con Casa de Poesía Pablo Neruda, con el olor y sabor a café de esa bella tierra que es Sevilla.

Aquí me acompañan los recuerdos del aniversario del Colegio General Santander, de esa gran fiesta, de esa gran fraternidad. Eso motivó para que los egresados de 1958, nos siguiéramos viendo cada año, pero las falsas imputaciones no permitieron que este año cumpliera la cita, el 20 de julio, en casa del doctor Rodrigo Trujillo Arango.

Desde mi infancia aprendí que se debía construir un mundo mejor, ese era el sueño de nuestros ancestros campesinos; por eso elegí una profesión, medicina y logré graduarme en la Universidad Nacional de Colombia (1985) y a partir de allí me dediqué a construir, aliviando el dolor y curando los males. Trabajé en los sitios donde creí que era más útil por una mejor sociedad y siempre he estado cerca de las comunidades, por eso ahora todas ellas me han acompañado en estos momentos difíciles, eso ha hecho más llevadera en este horrible lugar, del cual estoy seguro que saldré pronto, grito, porque soy inocente y existen todas las pruebas que lo demuestran.

En esta “cárcel” un solo minuto es demasiado, especialmente cuando no se es culpable y yo no he cometido ningún delito, a menos que exista en Colombia el delito de opinión, existen todas las pruebas que demuestran lo que afirmo, ahí está mi vida profesional, familiar, social, cultural de los últimos 26 años, posterior a la ley de amnistía del gobierno de Belisario Betancour. Aquí estoy amigo con toda mi dignidad, enfrentando la injusticia y la calumnia con la frente en alto, ni un solo día he agachado la cabeza, como un ser íntegro a quien falsamente quieren mostrar como delincuente.

Amo mi pueblo, amo la poesía, la música, el arte, la alegría, la risa, los atardeceres vistos desde tres esquinas, mis amigos campesinos vecinos de la Galicia, las noches de Casablanca con mis amigos, oyendo tangos y discutiendo la calidad de los interpretes, hablando de la casa de poesía con Pablo Carrillo y sus amigos, recordando a Oscar Peláez, Abelardo Brito, Jaime Loaiza, al Topo Ceballos. Viendo a la familia Gil reunida con toda la descendencia con el profe César Augusto Hernández y familia, a Joaquín vega y un bello ramillete de mujeres, Elvira Ceballos, Fabiola Delgado, Stella Vargas, Gloria Pino, María Teresa Duque y Ana Luz derrochando alegría y bailando milonga, en otro lado Julián Rodríguez, Marcela, Las Juntas y muchos Rodríguez y granados en todo los amigos y amigas.

A través del periódico El Ciudadano, amigo Alirio, un saludo a todos los que han brindado su solidaridad, no los logro enumerar a todos porque la lista es muy larga. Espero que continúen escribiendo, su correspondencia me la hace llegar mi familia.

La próxima cita es en Casablanca, espero que sea pronto.

Un gran abrazo

Evelio Loaiza Muñoz