26 de septiembre de 2011
Editorial
¿No se si es casualidad que EL CIUDADANO naciera el 9 de febrero día del periodista? (me vengo a enterar ahora de esta coincidencia) no soy periodista ni pretendo serlo, solo trato de ser un aprendiz de editor.
Este espacio sólo me ha traído satisfacciones, amigos, conversaciones, pensamientos y refugio donde ahondar en mis inquietudes; al cumplir un año con este proyecto de ciudad, sigo con las mismas ganas de ver a mi Sevilla descollando en el panorama nacional, como hace treinta o cuarenta años cuando el meridiano de Colombia pasaba por Sevilla, cuando fue paso obligado para el desplazamiento de carga y pasajeros, cuando estuvo catalogada como ciudad intermedia, cuando hacia honor a la designación de “capital cafetera”. Desgraciadamente el último párrafo de nuestro himno no se cumple, porque no proseguimos la lucha tenaz, ni tus hijos en masa compacta laborando por ti van en paz; es más la envidia, el canibalismo político y burocrático, la falta de pertenencia y de cultura ciudadana que el trabajo sincero y denodado por sacar adelante nuestra hermosa comarca sevillana.
Con EL CIUDADANO, en unión de mi familia, mis amigos y varios colaboradores, pretendo servir a Sevilla y a los sevillanos, mostrar a Sevilla en el mundo, resaltar nuestros logros y destacar las iniciativas que redunden en beneficio de las sevillanas y los sevillanos. Pero sobretodo, EL CIUDADANO debe ser un inicio para que todos nuestros paisanos sepan que en Sevilla tenemos talento, que podemos desarrollar proyectos, que debemos emprender con entusiasmo la construcción del Sevilla que todos anhelamos para nosotros y nuestras descendencias.
Solo espero que nuestros dirigentes tengan el mismo pensamiento, porque de lo contrario seguiremos sumidos en el abandono y en espera de un verdadero relevo en todos los estamentos, políticos y diligénciales.
Muchos éxitos siempre.
Alirio Acevedo Sánchez.
Este espacio sólo me ha traído satisfacciones, amigos, conversaciones, pensamientos y refugio donde ahondar en mis inquietudes; al cumplir un año con este proyecto de ciudad, sigo con las mismas ganas de ver a mi Sevilla descollando en el panorama nacional, como hace treinta o cuarenta años cuando el meridiano de Colombia pasaba por Sevilla, cuando fue paso obligado para el desplazamiento de carga y pasajeros, cuando estuvo catalogada como ciudad intermedia, cuando hacia honor a la designación de “capital cafetera”. Desgraciadamente el último párrafo de nuestro himno no se cumple, porque no proseguimos la lucha tenaz, ni tus hijos en masa compacta laborando por ti van en paz; es más la envidia, el canibalismo político y burocrático, la falta de pertenencia y de cultura ciudadana que el trabajo sincero y denodado por sacar adelante nuestra hermosa comarca sevillana.
Con EL CIUDADANO, en unión de mi familia, mis amigos y varios colaboradores, pretendo servir a Sevilla y a los sevillanos, mostrar a Sevilla en el mundo, resaltar nuestros logros y destacar las iniciativas que redunden en beneficio de las sevillanas y los sevillanos. Pero sobretodo, EL CIUDADANO debe ser un inicio para que todos nuestros paisanos sepan que en Sevilla tenemos talento, que podemos desarrollar proyectos, que debemos emprender con entusiasmo la construcción del Sevilla que todos anhelamos para nosotros y nuestras descendencias.
Solo espero que nuestros dirigentes tengan el mismo pensamiento, porque de lo contrario seguiremos sumidos en el abandono y en espera de un verdadero relevo en todos los estamentos, políticos y diligénciales.
Muchos éxitos siempre.
Alirio Acevedo Sánchez.